10 Comentarios

@mariaalvarez, de nuevo enhorabuena. Llevo toda mi vida viviendo dentro de un marco mental que me impide saber si la semana de cuatro días es una de las soluciones.

Pero que el cambio de paradigma es imprescindible (e imparable) es evidente.

Gracias por un análisis (en mi opinión) tan certero.

Expand full comment

Necesitamos nuevas historias, no volver a las viejas (tribalismo) como bien apuntas. Quizá historias en las que colaborar con la naturaleza sea uno de los trabajos más importantes que podamos hacer, y que, si el dinero todavía es un medidor de esfuerzo y valía, se use para incentivar los esfuerzos de regeneración ecosistémica. Pero de una forma inteligente y honesta: el CO2 secuestrado es un medidor pobre e insuficiente para reflejar la salud de un ecosistema, tenemos que medir factores como la retención de agua, diversidad de especies, capacidad fotosintética...

En esta historia de cooperación y regeneración sí que habría suficiente trabajo para todos esos millones de personas en paro y personas que tienen trabajos irrelevantes (los "bullshit jobs" de David Graeber). Quizá del menos del 1% de personas que trabajan en el sector agrario llegaríamos al 10%. Y eso sería algo bueno, porque nos reconectaría con la naturaleza y con el disfrute de ver las cosas crecer, oler la tierra, crear belleza.

Expand full comment

Mira que he leído teorías sobre advenimiento del anticristo; creo que ninguna tan certera como esta. Ahora bien, aunque sea la consecuencia, de ningún modo es la solución; solo un mangante más… o era magnate.

Expand full comment

¡Hola! Soy Hugo Abad, activista investigador y miembro de Verdes Equo.

Creo que el artículo hace una buena síntesis para explicar cómo hemos llegado a esta situación de escasez artificial y el papel de las narrativas y promesas de crecimiento para sostener el status quo capitalista, aunque creo que deja fuera dos aspectos clave: el trabajo reproductivo de cuidados y la dimensión imperial de nuestras economías. Dejo algunas observaciones al respecto:

Por un lado, creo que la realidad no es tanto que podamos prescindir de la idea de trabajo, sino redefinir el trabajo como forma de cuidado del mundo en lugar de apropiación del mundo desde un sentido individualista. De hecho, algo que se deja de lado en el artículo es en qué medida las economías en el Norte global dependen del trabajo que proviene del Sur que si relocalizáramos (será así por diseño o colapsos parciales) nos llevarían a repensar el trabajo mucho. Por tanto, además de apuntar a redefinir el trabajo como cuidado del mundo (habiendo debates democráticos sobre qué debemos producir y cómo: democracia económica) creo que debemos hablar de redistribuir el trabajo, de forma que nadie puede cargar de forma estructural las actividades de trabajo reproductivo cotidianos sobre otros colectivos (ej. cadenas globales de cuidados y acaparación sistemática de tierras en el Sur global para exportar al Norte), lo que implica valorizar (no en términos solo económicos, sino de valores mismos) todo lo que sostiene la vida y por tanto reducir la dependencia en el trabajo asalariado para liberar tiempo para otras formas de trabajo y no trabajo.

Por otro lado, la propuesta de la jornada de cuatro días está siendo bastante criticada por académicas del decrecimiento ecofeminista como Corinna Dengler porque parte del hecho de que los trabajos reproductivos pueden posponerse a los días en los cuales no se trabaja, cuando muchas de estas tareas (ej. cocinar, cuidar personas dependientes…) son cuestiones diarias… Por ello, en la línea de una “reducción radical y generalizada de la jornada laboral” como se dice en el artículo, sería más apropiada una jornada de 5-6 horas diarias (28-30 horas a la semana) como brújula a la que dirigirnos.

Insisto en que, en base a las investigaciones más recientes, si relocalizáramos la apropiación del actual modo de vida imperial (en torno a un tercio de nuestras economías en términos de trabajo, tierra, materiales y energía es apropiada del Sur Global: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S095937802200005X) no está tan clara una reducción tan drástica de las horas de trabajo, sino más bien preguntarnos: ¿Trabajar para qué? ¿Qué sectores económicos son útiles para el bienestar colectivo? ¿Cuáles tienen que decrecer (industrias contaminantes, logística y transporte, turismo…) y cuáles tienen que crecer (agroecología, cuidados, educación…)? ¿Qué políticas pueden crear las condiciones para este cambio de sistema económico? (Políticas que proveen de seguridad socioeconómica universal: servicios públicos universales, renta universal de cuidados… Y políticas que liberan el tiempo y recursos para una mayor autonomía material y política desde lo local).

Expand full comment

Buen análisis

Expand full comment

Cierto, no entendemos.

Expand full comment

Y conoces el directorio de Substack en español?

Expand full comment

Qué directorio?

Expand full comment

Sobre el directorio gratuito de newsletters de Substack en español: Es la respuesta a varios diálogos en Notas sobre cómo conseguir que los hispano-hablantes podamos encontrar newsletters en español sobre nuestros intereses favoritos.

Nació hace unos meses, se divide en categorías (se puede pertenecer a varias), y ha sido todo un éxito (una de sus categorías tiene más de 33 newsletters), con cientos de descripciones de boletines.

Es muy fácil: Sólo hay que elegir una categoría y utilizar la zona de comentarios para describir tu boletín.

La información de cómo usarlo está en https://directorio.substack.com/p/empezar-aqui (hay varios posts que ofrecen información adicional, como los temas y se propone, por si quieres usarla, una plantilla)

Expand full comment