La crisis que vendrá
Todos los indicadores apuntan a un colapso de la economía, pero no será uno nuevo, es parte del proceso que llevamos viviendo 25 años.
“I am anti-life, the Beast of Judgment.
I am the dark at the end of everything.
The end of universes, gods, worlds…of everything.
And what will you be then, Dreamlord?"
"I am hope.”
― Neil Gaiman, The Sandman, Vol. 1: Preludes & Nocturnes
Hace unas semanas la FED americana recortó los tipos de interés en 0,5 puntos. Era un movimiento asertivo en la misma dirección que otro que había ejecutado el Banco Central Europeo unos días antes: los gestores de los bancos centrales atisban la crisis que vendrá.
Y no se me escapa que no hay forma más estéril de quedar como una idiota que hacer predicciones. El mundo es tan complejo que la probabilidad de que no se cumpla lo que predices son infinitas y las de acertar, muy limitadas.
Pero si miramos atrás a las últimas crisis que hemos vivido, se hace evidente que haberlas visto venir nos hubiera ayudado a tomar mejores decisiones. Y a ahorrar mucho dolor. Incluso a inventarnos en ellas un mundo nuevo.
Así que no me resisto a lanzar esta predicción porque el coste de oportunidad de que no se cumpla -que piensen ustedes que soy idiota- es ínfimo comparado con la posibilidad de que se cumpla y este texto nos ayude a anticiparnos a lo que está por venir.
La tesis es esta: creo que en los próximos meses (por ejemplo, 12, o de aquí a que los tipos de interés vuelvan a la zona del cero), se producirá otra crisis global que volverá a poner el mundo boca abajo. No ocurrirá por cuestiones coyunturales, sino por causas que se vienen larvando desde hace décadas y casi siglos, pero que han venido a morir al siglo XXI.
No será una crisis nueva, sino la tercera parte del mismo acontecimiento, uno que llevamos viviendo a cámara lenta desde que se extendió Internet, y que tuvo un primer episodio con la burbuja de las puntocom y un segundo con la burbuja de las hipotecas de 2008.
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Photo by Braedon McLeod on Unsplash
¿Quién eres? ¿De dónde has salido? ¿Por que no estás en la ONU ya diciendo estas cosas? Eres (lo digo en serio completamente) uno de los mayores descubrimientos de los últimos tiempos para mi… El análisis socio-económico profundo y a la vez accesible para cualquiera que haces en cada uno de tus escritos me hacen compararte con lo que se puede leer en los Diarios Digitales ‘pseudo-progresistas’ (El Diario.es, Infolibre, Público, he estado suscrito y sé de lo que hablo) y se me cae el alma a los pies; la ‘Propaganda de las Corporaciones’ disfrazada de progresismo no-binario antipatriarcal y Otanista a más no poder que inunda estos ‘Medios’ (herramientas ‘buenrrollistas’ de esa Economía Financiera basada en la Nada que nos ha llevado hasta donde estamos -los ‘Medios’ de Derechas ABC, La Razón, el Panfleto Ok Diario o el antiguo progresista El País directamente los tengo en la sección de ‘Humor’ de mis favoritos de Internet) que una y otra vez nos engaña y lobotomiza para que no miremos jamás hacia arriba y nos demos cuenta de que lo que pensábamos que era lluvia son en realidad orines lanzados desde los baños de esos Fondos de ‘Inversión’ (por decir algo) que están secando el Mundo que conocimos… GRACIAS contar la realidad como la cuentas…
Llego tarde a las alabanzas, pero también son mayúsculas. No tienes la bola de cristal (nadie la tiene), pero por lo menos, sí la lucidez para ver que se viene algo gordo. Y la claridad para explicarlo.
Sobre el asunto de la productividad: coincido contigo en que no se ha producido una verdadera subida de la productividad con la tecnología digital y por eso estamos como estamos. De hecho, la economía mundial crecía a niveles ridículos entre la revolución agrícola y la industrial. Y esta última nos ha hecho caer en la trampa del crecimiento permanente. Y no hay que recordar lo estática e injusta que eran las sociedades antiguas. Sitios muy chungos en los que no querríamos vivir.
Pero... ¿y una invención realmente disruptiva, por ejemplo en el campo de la energía (hablo de fusión, de hidrógeno o lo que leches sea)? ¿Cambiaría eso tu visión sobre el capital y el trabajo o ya hemos pasado la pantalla?
De nuevo gracias por el artículo.