Estoy muy de acuerdo, soy músico, con todo el escrito y enhorabuena, María, por éste y otros artículos anteriores! Hay un matiz que habría que agregar. Las empresas que se dedican a producir y difundir contenidos culturales (editoriales de libros o artículos académicos, conciertos, galeristas, etc.) también se aprovechan frecuentemente de los creadores o investigadores, pagando, pero sumas simbólicas.
No parece descabellado ya aquello que comentaba Miguel Ángel Encuentra -pintor oscense recientemente fallecido- cuando hablábamos de la organización de exposiciones: las instituciones tendrían que pagar un alquiler a los artistas por su obra.
He crecido con la idea de que la cultura ha de ser libre y gratuita, lo cual es una falacia. Toda produccion cuesta, por tanto ha de ser remunerada; tambien la produccion cultural; y aquí, pienso, es donde nos han hecho la trampa; la mayor parte de la produccíon cultural actual se paga con atencion; la atencion es algo que solo unos pocos monetizan y no precisamente los creadores.
Gracias, María. Yo hace 20 años que me gano la vida ayudando a otros a monetizar su conocimiento y a que cobren por el mismo como agente/representante. Me consta que en determinados contextos esto suena casi a herejía, pero por suerte, cada vez en más lugares se tiene ya muy claro el valor que aporta el trabajo intelectual y se paga con más o menos gusto. Ojalá cunda el ejemplo.
Estoy muy de acuerdo, soy músico, con todo el escrito y enhorabuena, María, por éste y otros artículos anteriores! Hay un matiz que habría que agregar. Las empresas que se dedican a producir y difundir contenidos culturales (editoriales de libros o artículos académicos, conciertos, galeristas, etc.) también se aprovechan frecuentemente de los creadores o investigadores, pagando, pero sumas simbólicas.
Estoy de acuerdo. Pero por más simbólica que sea la suma, está ahí. Es que hay muchos casos en los que ni se plantea.
No parece descabellado ya aquello que comentaba Miguel Ángel Encuentra -pintor oscense recientemente fallecido- cuando hablábamos de la organización de exposiciones: las instituciones tendrían que pagar un alquiler a los artistas por su obra.
He crecido con la idea de que la cultura ha de ser libre y gratuita, lo cual es una falacia. Toda produccion cuesta, por tanto ha de ser remunerada; tambien la produccion cultural; y aquí, pienso, es donde nos han hecho la trampa; la mayor parte de la produccíon cultural actual se paga con atencion; la atencion es algo que solo unos pocos monetizan y no precisamente los creadores.
Me sumo a los aplausos. Y al silencio si no hay dinero de por medio. Y al señalamiento de los que nos piden hacer cosas gratis o por pagos miserables.
Gracias, María.
No caben todos los aplausos en un comentario. Ole.
Gracias, María. Yo hace 20 años que me gano la vida ayudando a otros a monetizar su conocimiento y a que cobren por el mismo como agente/representante. Me consta que en determinados contextos esto suena casi a herejía, pero por suerte, cada vez en más lugares se tiene ya muy claro el valor que aporta el trabajo intelectual y se paga con más o menos gusto. Ojalá cunda el ejemplo.